
Qerido lector comparto esta carta de JOAN MANUEL SERRAT, que me hizo llegar Liliana Lucki pintora argentina. Me parece de un contenido muy importante para todos los dejo con él:
Es con el corazón apesadumbrado que les escribo hoy. Gaza estáardiendo. La frontera con Israel está bajo fuego. Niños en ambos ladosde la frontera están aterrorizados, traumatizados, heridos en cuerpo yalma. ¡Valiosas vidas se pierden a cada instante! ¡Corre la sangre!¡Abundan el dolor y las lágrimas!
Lamentablemente eso nos es familiar, demasiado. Estoy sentado en mitadde la noche en mi hogar catalán junto al mar. Ese mar que es nuestro,el Mediterráneo, nuestra cultura, el de nuestro pueblo andariego, el de los sin hogar, los nostálgicos, los constructores, los sobrevivientes. Nuestros sueños son como las olas, y dialogan con laluna y las estrellas sobre la eternidad.
Desde ese fatídico día de 1995 cuando asesinaron a Rabin , dediqué gran parte de mi vida pública a cantar y a hablar por la paz entre judíos y palestinos.
Vi el proceso de paz levantarse y caer como los senos de una mujerrespirando durante la noche. Vi muchas oportunidades desperdiciadas.Lamentablemente mucha obstinación, ignorancia y estrechez de miradasse cruzaron por el camino.
Un absurdo orgullo pisoteó numerosas esperanzas. Canté y hablé. Aveces discutí y abracé a extraños. Muchas veces me conmoví hasta laslágrimas e hice los amigos más inesperados. Amigos por quienescruzaría fronteras bajo fuego para darles protección. Y hoy yo digoesto: tenemos un enemigo común, un enemigo terrible, y tenemos queunirnos para vencerlo. Ese enemigo es el fanatismo, amigos míos.
Ese enemigo es el extremismo en todas sus grotescas manifestaciones.Ese enemigo está encarnado por todos aquellos que colocan a Dios porencima de la vida, que pretenden que Dios es su espada y su escudo yque combaten por él. Todos ellos son víctimas de un horriblefanatismo. Yo a menudo hablé contra el fanatismo en mi país, porque loconsidero detestable.
Muchas veces arriesgué mi carrera y mi bienestar en esa lucha. Ahoraveo el horrible rostro del fanatismo, veo sangre en sus manos yconozco uno de sus muchos nombres: Hamas. Ustedes conocen a esteterrible monstruo. Saben que viola a vuestras mujeres y envilece a lasinocentes mentes infantiles. Ustedes saben que educa para el odio y lamuerte. Ustedes saben que es chauvinista y violento, codicioso yegoísta, y que se nutre de vuestra sangre mientras evoca el nombre deAlá en vano, se oculta como un ladrón y utiliza a inocentes comoescudos humanos, utiliza mezquitas como arsenales, miente y estafa, ylos usa a ustedes como rehenes. ¡Yo sé que eso es verdad y que ustedeslo saben! Pero no pueden hablar por miedo.
Pero yo sí puedo hablar. Tengo el privilegio de vivir en una democracia donde las mujeres noson objetos, sino ministros, donde un cantante puede decir lo que sele antoja. Yo sé que ustedes no tienen ese privilegio (pero estoyseguro de que algún día lo alcanzarán, inshalla).
Yo sé que ustedes están hartos de ser mantenidos como rehenes por esedemonio, esa terrible bestia, que está en Gaza, pero también está enIrak, en Afganistán y en todas partes. ¡Pero ustedes son un pueblodestinado a florecer en paz! ¡Su majestuosa historia ofrece abundantestestimonios de creatividad en la literatura, la ciencia, la música!
A veces los veo en las calles, haciendo manifestaciones de apoyo a losmonstruos, gritando muerte a los judíos, muerte a Israel. Pero yo noles creo. ¡Sé dónde está vuestro corazón! Está donde está el mío, conmis hijos, con la tierra, con el cielo, con la música, con laesperanza. Yo sé que en el fondo de vuestros corazones ustedes deseanla derrota de la bestia llamada Hamas que los ha aterrorizado yasesinado, que ha convertido a Gaza en un estiercolero de pobreza,enfermedad y miseria, y los ha sacrificado en su sangrienta locura deorgullo y codicia.
Mis hermanos, lloro por ustedes y también por nosotros. Lloro por miscompatriotas que sufren por las bombas de ETA arrojadas en todaspartes. Lloro por los soldados secuestrados y muertos, por lasfamilias enlutadas, por la inocencia perdida para siempre. Pero lloroespecialmente por ustedes porque conozco vuestro sufrimiento.
Sólo espero que Israel pueda hacer la tarea que debe ser hecha yfinalmente logre librarlos de este cáncer de fanatismo llamado Hamas.Y espero que un resto de compasión aún exista en sus corazones paraque dejen de usarlos a ustedes y sus hijos como escudos humanos.
Y quizás tengan una oportunidad de caminar despacio el uno hacia elotro y daros tímidamente las manos, miraos en los ojos llenos delágrimas y deciros con voz ahogada: "Shalom, salam. Ya basta. Yabasta, hermano mío".
¿Quieres un café? Quédate un poco, hablemos, conocemos las palabras ylas canciones y sabemos cuál es el camino. Shalom. Salam. Con un corazón quebrado que aún añora el amor.
Vuestroamigo, J.M.Serrat.
muy interesante documento de un personaje que ama la vida y respeta al ser humano
Saludos